La tecnología eólica se ha convertido en un elemento fundamental para cumplir con objetivos elementales que contribuyen al bienestar de la sociedad mexicana. Entre ellos están satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica, con tarifas cada vez más accesibles y estables, así como asegurar la soberanía y seguridad energética de México, y aportar significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La industria eólica concluirá 2019 con más de 6,000 MW de capacidad instalada, resultado que superará al de 2018 cuando al incorporarse casi 1,000 MW, la capacidad eólica total del país llegó a cerca de 5,000 MW. Asimismo, en el transcurso de la actual Administración Federal, entre proyectos ya identificados y en desarrollo, tenemos la oportunidad histórica de triplicar la capacidad total instalada para llegar a 15 mil MW de 2018 y aumentar a 18 los estados del país donde se genera energía eólica para el año 2024.
De mantenerse el crecimiento proyectado, el sector eólico podría aportar anualmente 16 mil millones de pesos al PIB nacional, crear 35 mil empleos de alto nivel hacia 2024 y que serán especialmente atractivos para los jóvenes, incentivando las cadenas productivas, manufactura y proveeduría nacional además de la contribución a la reducción de 12.9 millones de toneladas de CO2, que apoyan al cumplimiento de los acuerdos internacionales a los que México se ha comprometido.